ARQ. WILLIAM J. REID CABRAL
Nació en el 15 de febrero del 1925, en Santiago de los Caballeros. En el 1930, su familia se trasladó a santo domingo, en donde estudió en la Escuela Normal y en la Universidad de Santo Domingo.
Sus vivencias de niñez y juventud forman parte integral de su obra artística. Aunque su vida transcurre en la capital, siempre ha mantenido fuertes vínculos, familiares y profesionales, con su ciudad natal. En 1952, contrae matrimonio con Margarita Baquero Ricart, con quien tiene seis hijos: Patricia, William, Carlos, Jorge, Susana y Georgia.
En 1947, comenzó su vida profesional. En 1948, fundo William J. Reid Cabral, Ingenieros y Arquitectos, S.A., empresa dedicada al diseño arquitectónico, construcción, supervisión y diseño de interiores, donde actualmente comparte profesionalmente con sus hijas e hijos.
Estas seis décadas de fructífera labor han dado lugar a un amplio catálogo de obras realizadas, mucho más de 450, en las más diversas tipologías: obras residenciales e institucionales; edificios empresariales e instalaciones industriales; pabellones en la Feria de la Paz; edificaciones hospitalarias y arquitectura funeraria; estaciones de gasolina y de transporte; todas con un común denominador: su gran calidad plástica, funcional y tanto en la restauración de viviendas, como de otras edificaciones, por lo que, fue nombrado curador vitalicio de Ermita de San Gregorio, en Nigua. Reid Cabral ha creado un estilo propio en sus diseños y en sus construcciones, destacándose por el estudio de nuestro estilo de vida tropical y experimentación continua, con materiales novedosos y también tradicionales, respondiendo con gran creatividad a las condiciones de nuestro clima.
Sus obras coexisten en armonía con el medio ambiente, integrando la vegetación, mediante jardines interiores, pérgolas y calados. Su estudio en la ventilación y la claridad lógica en sus diseños, hacen que sus obras, públicas y privadas, perduren en el tiempo y sean tan validas, hoy como ayer. Su gran sensibilidad humanística se manifiesta tanto en sus obras a gran escala, como en la creación de esculturas, relieves y un sinnúmero de piezas hechas por sus propias manos. Bastones, botellas, crucifijos y otras ocurrencias deleitan el espíritu tanto de su creador como de los que las admiran. En el 2004, fue nombrado Patrimonio Viviente de la Arquitectura Dominicana por la Sociedad de Arquitectos de la Republica Dominicana, y en el 2008, se le dedico la 9na. Bienal de Arquitectura, como celebración de sus 60 años de labor profesional. Para ellos se realizó una retrospectiva de su vida y obra.
Sus obras coexisten en armonía con el medio ambiente, integrando la vegetación, mediante jardines interiores, pérgolas y calados. Su estudio en la ventilación y la claridad lógica en sus diseños, hacen que sus obras, públicas y privadas, perduren en el tiempo y sean tan validas, hoy como ayer. Su gran sensibilidad humanística se manifiesta tanto en sus obras a gran escala, como en la creación de esculturas, relieves y un sinnúmero de piezas hechas por sus propias manos. Bastones, botellas, crucifijos y otras ocurrencias deleitan el espíritu tanto de su creador como de los que las admiran. En el 2004, fue nombrado Patrimonio Viviente de la Arquitectura Dominicana por la Sociedad de Arquitectos de la Republica Dominicana, y en el 2008, se le dedico la 9na. Bienal de Arquitectura, como celebración de sus 60 años de labor profesional. Para ellos se realizó una retrospectiva de su vida y obra.
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